Publicado en Mobiliario Bibliotecas

Presentamos los 10 mandamientos de Harry Faulkner-Brown quien está reconocido como uno de los más importante arquitectos de bibliotecas del siglo XX.

Faulkner-Brown
Harry Faulkner-Brown

Faulkner-Brown nació en South Sields (Inglaterra) en el año 1920 e inició su formación como arquitecto en el King’s College de Newcastle.

Tras la Segunda Guerra Mundial completó su formación en arquitectura y trasladó su residencia a Canadá donde vivió durante 12 años. Allí diseñó sus primeras bibliotecas y construyó una de las más conocidas: la Biblioteca Nacional de Canadá en Ottawa.

Al regresar a Newcastle, en 1962 se unió a otros arquitectos y creó la firma Williamson, Faulkner-Brown and Partners. Para esta ciudad Faulkner-Brown diseñó la Biblioteca Jesmond que se inauguró en 1963 y cuenta con una singular sala de lectura circular (proyecto ganador R.I.B.A Bronze medal)

En 1982, Faulkner-Brown fue nombrado OBE por su contribución a la arquitectura y por los servicios prestados a la sociedad. Murió el 10 de febrero de 2008.

Principios básicos para la construcción de bibliotecas

El arquitecto Harry Faulkner-Brown estableció una serie de condiciones, tanto cuantitativas como cualitativas, a tener en cuenta en la construcción de edificios para bibliotecas.

Criterios cuantitativos: las dimensiones del edificio deben definirse según su número de usuarios potenciales, la magnitud de su colección y el espacio requerido para el personal.

Criterios cualitativos: propuso un decálogo de principios básicos, conocidos como“mandamientos”, que se debían tener en cuenta en la planificación de los espacios del edificio bibliotecario. El decálogo fue presentado en 1973 y revisado en 1980.

LOS 10 MANDAMIENTOS DE HARRY FAULKNER-BROWN

Las condiciones cualitativas que debe reunir cualquier edificio bibliotecario son:

1- Flexible: el edificio de una biblioteca tiene que posibilitar el que su distribución, su estructura y sus servicios sean fáciles de ser cambiados y adaptados a nuevas circunstancias cuando estas circunstancias así lo requieran.

2- Compacto: las partes de ese edificio forman un todo, lo suficientemente coordinado y estructurado como para permitir un fácil movimiento, dentro de ella, de los lectores, del personal y de los libros cuando estos tengan que ser trasladados de un lugar a otro.

3- Accesible: desde la calle se ha de llegar fácilmente a la biblioteca (aparcamientos, adecuadas escaleras y rampas para discapacitados); dentro del edificio, la accesibilidad a los lugares y a los materiales ha de ser cómoda y rápida.

4- Extensible: una biblioteca es un organismo vivo, o crece o muere. Extensible quiere decir que el edificio ha de estar dise­ñado de tal manera que pueda crecer (hacia los lados, si hay más suelo edificable; hacia arriba, si se pueden echar más pisos sobre los previamente construidos; hacia abajo, si hay posibilidad de ocupar nuevos sótanos).

5- Variado en su oferta de espacio a los lectores: el arquitecto y quienes le presentan las bases del proyecto de la futura biblioteca (los bibliotecarios) han de tener en cuenta la diversidad de espacios que idealmente debe tener cualquier biblioteca (sala de referencia y lectura, hemeroteca, préstamo domiciliario, sala de materiales especiales, colección local, salón de actos, etcétera).

6- Organizado de modo que per­mita el acercamiento entre libros y lectores: se partiría preferiblemente de una biblioteca abierta, en la que los usuarios lleguen directamente a los materiales y puedan hojearlos (y ojearlos) antes de decidir si les interesa; podríamos hablar también de la organización científica de los diversos catálogos, que posibilite el más cómodo, rápida y adecuado uso por quienes deseen manejarlos.

7- Confortable, cómoda: que invi­te a su uso, a entrar en la biblioteca y a volver a ella.

8- Seguro: seguridad para el per­sonal, para los usuarios, para los materiales. Adecuados sistemas antirrobo y antifuego, cortafuegos que aislen salas, salidas rápidas y en un tiempo mínimo, si ello es necesario.

9- Constante en las características de su entorno: las condiciones climáticas (frío, calor, humedad, luminosidad, etcétera) deben ser lo más constantes y adecuadas posibles, de modo que permitan unas condiciones de trabajo seguras, cómodas y eficaces tanto para el personal como para los usuarios y para la colección de materiales.

10- Indicativo de sus funcio­nes: es esencial una buena señalización externa (que permita encontrar fácilmente el lugar, el más céntrico que se pueda) donde esté ubicada la biblioteca; no menos importante es una buena señalización interna que nos indique lo más claramente posible la localización de las diversas secciones de la biblioteca y de los múltiples materiales que un centro bibliotecario debe tener a disposición de quienes deseen utilizarlos.

Fuente:
(1) Fuentes Romero, J. J. (1995). El entorno físico de la lectura infantil y juvenil. Educación y biblioteca, Año 7, n. 58, p. 51-55. En: http://hdl.handle.net/10366/112980
Gutiérrez, J. J. P. (2008). El espacio bibliotecario, de custodia a consulta. Revista Interamericana de Bibliotecología, 31(2), 143-159. En: 20th Century Architecture in Newcastle upon Tyne.  Jesmond Library.

Publicado en Animación a la lectura

Consejos para convertir a un niño en un gran lector

Consejos para convertir a un niño en un gran lector

Es importante saber elegir el momento adecuado, la edad y la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo.

En una ocasión el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: «De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria». Y es que los libros son una ventana paralela, una vía de escape por la que adultos y niños hacen volar su imaginación y crean historias únicas. Por medio de la lectura se adquiere una gran cantidad de conocimientos que ayudan a mejorar en el día a día, favoreciendo el desarrollo afectivo y psicológico del individuo.Es muy importante que desde bien pequeños se adquiera el hábito de la lectura, para tener un léxico amplio y, también, para absorber diferentes conceptos éticos. «Los niños que están acostumbrados a leer y que tienen una rutina y unos hábitos de lectura, consiguen un mayor vocabulario, una mayor comprensión lectora y, además, cometen menos faltas de ortografía durante la escritura, algo fundamental durante esta larga etapa de aprendizaje escolar», comenta Sergio Díez, responsable del servicio de biblioteca del colegio Brains.

Pero, ¿cómo hacemos que los niños muestren interés en los libros existiendo otras alternativas? Sergio Díez, tiene una respuesta clara: «Su primer contacto se produce, en algunas ocasiones, cuando comienzan la etapa escolar y acaban relacionando los libros de texto con el estudio es decir, con la obligación y el aburrimiento. El interés por la lectura debe ser estimulado e inculcado desde bien pequeños, incluso desde antes de que aprendan a leer. Debemos ofrecer libros como una forma más de diversión, como una alternativa de juego más».

Aunque, «no todos los libros valen para potenciar la lectura -indica el responsable de la biblioteca- es importante saber elegir el momento adecuado, la edad y la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo».

Cinco consejos para convertir a un niño en un granlector:

 

  • El libro debe ser visto como un juguete, desde muy pequeñitos tienen que tocarlos, jugar con ellos, investigar… Esto es esencial para que, cuando crezcan, no vean los libros como algo aburrido.
  • Obligar a leer es un gran error. Hay que conseguir que los niños lean por su cuenta y esto se logra cuando ven la lectura como una satisfacción.
  • Pedir consejo y visitar las bibliotecas puede ser muy útil para dar con el libro y el entorno adecuado ya que, en muchas ocasiones, no sabemos qué libro es el más recomendado para cierta edad o para ciertos niños. Que el libro enganche es clave para que no pierdan la rutina de lectura.
  • Dejar que los niños elijan el libro. Los pequeños tienen que encontrar los libros que más les atraigan y se ajusten a sus aficiones. Eso sí, siempre hay que revisar que el contenido y el vocabulario es el adecuado a su edad. Además, esto también le sirve para aprender a escoger, algo que a los niños les cuesta mucho.
  • Y lo más importante…¡los mayores deben predicar con el ejemplo y leer! Si queremos que los niños lean deben ver que los mayores leemos, ya que normalmente tienden a imitar los comportamientos de los adultos que les rodean. Así que… ¡todos a leer!.

Fuente: ABC

Publicado en Bibliotecologia, SISTEMA NACIONAL DE BIBLIOTECAS

Los 10 mandamientos en la bibliotecología

Compartimos un listado de consejos útiles para aquellos futuros bibliotecarios/documentalistas/archiveros que hacen parte del Sistema Nacional de Bibliotecas de la Policía Nacional; se trata de una personalización propia del código deontológico de todo profesional del gremio, desde el punto de vista de la biblioteca y, sobretodo, del fondo documental. Es muy importante entender por qué se nos exige tanto control a nivel profesional, ya sea aplicado al propio fondo documental, documentación de carácter administrativo o en cualquier otro ámbito.

Puede ser que cuando empezamos a estudiar la carrera nos sorprenda esa exigencia y cabezonería con el tema del control y gestión documental, puede que lo veamos muy exagerado; al principio, y nos preguntemos: “¿por qué hay que controlar tanto?”, incluso nos dé la sensación de que los bibliotecarios/documentalistas/archiveros somos unos obsesos con el control, pero no es así. ¿Os imagináis la vida del bibliotecario sin un mínimo de “control”? Sería un caos absoluto. Pues bien, aquí estamos hoy para poner un poco de cordura y el sentido a esta idea.

Hemos dividido el post en una serie de puntos que he bautizado como los 10 mandamientos de la biblioteconomía, se trata de puntos claves con sus respectivas explicaciones y algún que otro ejemplo gráfico porque, ya se sabe, una imagen vale más que mil palabras…

1.- El orden es imprescindible

Tener controladas todas nuestras áreas de trabajo es muy importante. El objetivo es: sintetizar, controlar y agilizar nuestra tarea lo más rápidamente posible; es decir, mejorarla. Para ello tendremos que preguntarnos: ¿puedo mejorar esta tarea? Si la respuesta es afirmativa, la siguiente pregunta será: ¿de qué manera? Y aquí es cuando tendremos que invertir tiempo en dar con una idea que sea valorada positivamente por el resto de compañeros, si es que los hay; en caso contrario, valorar personalmente los pros y contras a la hora de establecer el nuevo método de trabajo. A parte, tenemos que saber gestionar toda aquella documentación que tenemos a nuestro cargo, ya sea física y/o virtualmente mediante escaneado, etc.

2.- La catalogación, indización y clasificación son imprescindibles a nivel laboral

Aunque sean tres de las asignaturas más complicadas de la carrera, hay que decir que lo son por alguna razón. Son uno de los pilares para el buen funcionamiento de una biblioteca, puesto que gracias a ellos, tanto los profesionales como los usuarios, sabemos en todo momento qué y cuántos libros existen en la colección sobre la temática concreta que buscamos y dónde se encuentran físicamente. Sin estos tres elementos el caos está asegurado allá dónde estéis, como podemos ver en la siguiente imagen en la que podréis observar que no hay manera de controlar si los libros que están almacenados pertenecen o no a esa estantería y el orden que siguen.

Por tanto, un punto indiscutible es utilizar toda aquella normativa internacional y estándar en estos tres ámbitos, sino estaremos trabajando contra toda la teoría de la biblioteconomía y documentación; por tanto es muy importante la formación en catalogación, indización y clasificación siguiendo la normativa establecida por los organismos internacionales y nacionales. En caso contrario, sucedería como en la imagen anterior, que después de haber acumulado bastantes ejemplares, la gestión y control en una biblioteca sería prácticamente imposible, pues el caos ya está establecido. Sin códigos, etiquetas, clasificación, catalogación, indización… normalizados hoy en día es inviable trabajar y, en un momento u otro, esta tarea se tendrá que hacer si se quiere llegar al trabajo cooperativo. Hay que recalcar que si se realiza un trabajo normalizado a lo largo de la creación de una biblioteca, aunque no hayamos previsto algunas situaciones, podremos aplicar o importar fácilmente la mejora que en el caso en el que no hay trabajo normalizado.

3.- Un buen control de los préstamos es siempre importante

Saber qué tenemos, dónde, en qué estado y cuánto tiempo falta para que lo devuelvan es imprescindible. Por tanto, esta fase también sería sinónimo de control. Lo más positivo para un usuario o persona externa a este servicio es que le den una respuesta a su duda/necesidad, con lo cual, si se le da una respuesta en la que podemos demostrar que su consulta puede ser resuelta en un período breve de tiempo; ya sea porque sabemos que otra biblioteca dispone del libro que busca o que en un tiempo determinado el material que necesita será devuelto, es sinónimo de un buen servicio.

4.- Mirar antes de comprar, sinónimo de saber qué tenemos en la biblioteca

Un bibliotecario tiene la obligación de conocer la colección que gestiona, con lo cual tiene que saber encontrar si cierto documento está en disponible en la propia biblioteca o en otra. Es necesario para gestionar una buena política de adquisiciones. Hoy en día, los centros culturales están muy limitados económicamente; con lo cual, comprar un material del que ya la biblioteca dispone es una pérdida importante no solamente a nivel económico, sino también de otros tipos de recursos: personal, tiempo, espacio…

5.- La visibilidad y una buena señalización siempre ayudan

El objetivo principal de una biblioteca es que los documentos que almacena sean usados por sus usuarios, no sirve de nada que una biblioteca disponga de un fondo documental muy rico si nadie sabe qué tenemos e incluso, aunque supieran lo que tenemos, no pudiéramos encontrarlo y, mucho menos, servirlo al usuario. Tanto la visibilidad como la señalización son aspectos trascendentales en el mundo de la biblioteconomía, tenemos que interiorizar la idea actual de compartir información, para ello tendremos que disponer de una buena herramienta de visibilidad, ya no solamente sirve el catálogo, sino que también es conveniente utilizar otras vías más populares para difundir nuestra colección.

6.- Compartir recursos o saber cooperar aumenta el número de usuarios y recursos

Relacionado con el punto anterior, el disponer de un catálogo estandarizado; es decir, que siga la normativa internacional establecida, no solamente seguirla a nivel de catalogación sino también a nivel web, nos ayuda mucho a la hora de importar datos mediante el protocolo Z39.50, por ejemplo. Por consiguiente, el trabajo cooperativo será mejor, más fácil y rápido, además de económico. El tener una filosofía de cooperación y compartir recursos podría facilitar el incremento notable del número de usuarios en nuestras bibliotecas, mediante la visibilidad de nuestras colecciones, como hemos comentado anteriormente. Sí que es cierto que tiene sus inconvenientes, como por ejemplo ponerse de acuerdo con más de una biblioteca con intereses diferentes a los nuestros, pero hay que analizar y valorar si la parte positiva supera la negativa o no.

7.- La automatización es la clave

Trabajar con fichas no es útil, ¿por qué? la inversión en tiempo, recursos y personal es mucho mayor que si parte de la gestión se automatizara, como por ejemplo la circulación, tal y como aparece en la imagen siguiente:

Como vemos en la imagen hay dos catálogos de fichas, se trata de una inversión considerable de tiempo teniendo en cuenta que tenemos que invertir en papel cada vez que querramos realizar un préstamo a un usuario ya que: cada vez habrá que escribir todos los campos, guardar cada ficha en el correspondiente fichero de forma alfabética; con lo cual, hay una mayor inversión de tiempo que si automatizáramos el préstamo y no se garantiza el 100% del control en los préstamos y devoluciones.

8. Saber trabajar en grupo

Una de las cualidades más buscadas a nivel laboral es que se sepa trabajar en equipo. La filosofía en este sentido es que lo prioritario es garantizar un buen trabajo, por encima de todo; así pues, la cooperación y el trabajo en equipo son cualidades muy positivas que no todo el mundo tiene.

9.- No solamente el control de las monografías es importante…

Las colecciones de las bibliotecas no solamente están formadas por libros, existen diversos formatos que hay que saber gestionar. Un ejemplo son las publicaciones seriadas. Éstos materiales tienen periodicidad variable, con lo cual hay que llevar un control de cada una de las revistas a las que la biblioteca está suscrita. Saber qué tenemos, cuándo nos tiene que llegar, dónde están… son preguntas fáciles de responder si llevamos un buen control de ello; por tanto, aunque solamente recibamos un número de revista, deberemos catalogarla, indizarla y clasificarla para poder prestarla a nuestros usuarios.

10.- Escucha y valora siempre lo que te dicen

Es importante dejarse aconsejar por aquellas personas que tienen más experiencia que tú, sin importar la edad, el país, etc. Una vez discutido la forma de actuar en cualquier situación es importante hacer crítica constructiva del resultado de lo que hayamos hecho o querramos hacer. Por lo tanto, aunque una persona más joven que nosotros aporte una idea, ésta siempre será bien recibida ya que para tener buenas ideas no hace falta estudiar sino haber observado y reflexionado sobre algún tema. Además, las nuevas ideas de nuevas incorporaciones laborales pueden llegar a convertirse en un proyecto fresco e innovador.

Fuente: Soy Bibliotecario 

 

 

Publicado en MARKETING INFORMACIONAL, WEB 2.0

Redes sociales, las nuevas aliadas de las bibliotecas

Las nuevas tecnologías produjeron grandes cambios a nivel social y cultural, y los usuarios de las bibliotecas ya no son los mismos. El desafío actual de las bibliotecas es captar a esos nuevos usuarios y, en este sentido, las redes sociales son herramientas clave que permiten una llegada a gran cantidad de personas de manera instantánea. Facebook y Twitter son algunas de las más elegidas por los bibliotecarios. Pinterest, aunque menos conocida, tiene un enorme potencial para visibilizar a las bibliotecas y también está ganando un sitio destacado. En esta nota hacemos un repaso por diversas redes sociales y mostramos algunas experiencias de bibliotecas populares que ya trabajan con ellas.

 

Redes Sociales – Marketing de Información. 

Las nuevas tecnologías irrumpieron de manera vertiginosa en la sociedad y las bibliotecas debieron adaptarse a esta tendencia para no quedar relegadas ni ser olvidadas por los usuarios. Paralelamente a estos cambios, las redes socialesganaron protagonismo y la gente se volcó hacia ellas. Y si los usuarios están allí, ¿por qué no ir a buscarlos? Facebook, Twitter, Pinterest,Instagram, Google+ o Linkedin son algunos de los sitios donde las personas participan diariamente. Las bibliotecas también pueden estar allí y brindarles los servicios que necesitan.

 

Interactuar en las redes sociales es primordial para la captación de usuarios. Una vez que esto se logra, comienza otra etapa que es hacer que los usuarios se queden y se multipliquen con el paso del tiempo. Saber qué contenidos van a ofrecer es otro de los puntos principales, pueden ser servicios, información destacada o links de interés. Nada de esto debería faltar.
Las redes sociales se transformaron en una herramienta de comunicación inigualable y gratuita porque no generan ningún costo extra más allá de la persona que se utilice para su puesta en marcha y actualización, que seguramente, será el mismo bibliotecario. Además, se logrará una mayor interacción con usuarios y otras bibliotecas, visibilidad de contenidos, publicidad gratuita de espacios y servicios. En fin, conseguir que la biblioteca tenga presenciaonline y esté donde están los usuarios más allá de que no concurran físicamente a sus instalaciones.

LLEGAR A LOS USUARIOS

Para saber cuáles son las preferencias de la comunidad que concurre a la biblioteca se debe encarar una tarea previa para conocerlos, algo que en bibliotecología se denomina “estudio de usuarios”. Podría ser una encuesta online desde su página web, una encuesta vía mail o una consulta completando un formulario impreso para entregar a las personas que concurren a la biblioteca. Allí, simplemente les preguntarán qué redes sociales usan.

Este estudio le va a servir a la biblioteca para conocer en detalle los gustos de la comunidad. Si un alto porcentaje elije Facebook, ese será su objetivo. Es importante no creer que por participar en todas las redes sociales el éxito está garantizado; la clave será centrarse en aquellas en las que los usuarios están más presentes.

FACEBOOK EN LAS BIBLIOTECAS

Para la mayoría de las bibliotecas estar en Facebook dejó de ser una opción para convertirse en una obligación. Tener una Fan Page en esta red social les permite una comunicación directa, rápida y beneficiosa con sus usuarios.

A través de Facebook, las bibliotecas podrán darle difusión a sus actividades culturales, últimas noticias, eventos, recomendaciones de libros y novedades del fondo bibliográfico. Una buena selección de fotografías y videos hará más atractiva la interacción con los usuarios.

Un tema clave al utilizar Facebook es armar una Fan Page y no un perfil de usuario. La primera de las opciones no tiene límite de seguidores y sólo alcanzará con que ellos elijan la opción “me gusta” de la página para comenzar a seguirlos. La opción del perfil de usuario, tiene un límite de 5 mil amigos, además, para seguirlos deben enviarles una solicitud de amistad, tal como se hace en sus perfiles personales.

Generalmente, cuando una persona sigue una Fan Page lo que busca es estar enterado de sus noticias y mantenerse actualizado de sus novedades. En cambio, si debe enviarle una solicitud de amistad para estar conectados pasarán a ser amigos en Facebook y podrán tener acceso a sus fotos e historias personales, algo que muchos no están dispuestos a compartir y es, en ese momento, cuando declinan de seguir a esa página.

Facebook es una de las redes sociales más grandes del mundo y el futuro que promete su fundador, Mark Zuckerberg, es más que optimista. Para 2030 quiere contar con 5 mil millones de usuarios. Su intención es que dentro de 14 años el 60 por ciento de la población mundial esté activo en Facebook. Con estas cifras a la vista, es una excelente opción que toda biblioteca debe aprovechar para intensificar la relación y la comunicación con sus usuarios.

TWITTER BIBLIOTECARIO

La principal característica de Twitter es que los mensajes no deben superar los 140 caracteres. Esto puede llegar a ser una desventaja si desean hacer una comunicación más detallada pero a su vez puede ser beneficioso si saben ajustar su mensaje y llegar al público de manera más directa.

La biblioteca le puede sacar mucho provecho a Twitter: dar a conocer sus actividades, eventos culturales, talleres, novedades de libros o viejas colecciones, interactuar con los usuarios y otras bibliotecas o realizar consultas de referencia rápida.

Para dar los primeros pasos en Twitter deben elegir un nombre de usuario que irá precedido por el símbolo @ (arroba) y luego seguir otras cuentas relacionadas a su temática. Paralelamente a esta acción, se deberían realizar una campaña de comunicación avisando a los usuarios de la biblioteca que están en Twitter. Una vez activa, la biblioteca podría encarar la tarea de ver qué hacen otras bibliotecas, ver qué publican y cómo lo hacen, analizar qué iniciativas son exitosas y cuáles no.

Un recurso muy útil es el uso del hashtag, que es una palabra que va precedida del símbolo #(numeral). Se utiliza como etiqueta y sirve para agrupar temáticas. Por ejemplo, al poner en el buscador de Twitter #bibliotecas, el resultado serán todos los tweets que están hablando sobre bibliotecas y usaron ese hashtag. Seguir hashtags ayuda a estar al día con temas de actualidad.

La interacción con los usuarios se puede realizar de diferentes maneras: a través de un RT(retweet), cita o mención del usuario; de un “me gusta” a un tweet o un mensaje directo.

El crecimiento de Twitter es innegable y actualmente cuenta con 340 millones de cuentas activas y si los usuarios de la biblioteca la eligen, allí deberían estar.

LOS TABLEROS DE PINTEREST

Con Pinterest lograrán una mayor visibilidad de la biblioteca; la posibilidad de compartir fotos en tableros personales temáticos hará que los usuarios conozcan otra cara de la biblioteca. El vocabulario de Pinterest es un poco diferente al del resto de las redes sociales. Por ejemplo, las imágenes que forman parte de Pinterest se llaman pines, éstos se organizan en tableros, llamados boards, y cuando se publica algo se lo está pineando. Para que quede un poco más claro, se puede pensar en un álbum de figuritas: el mismo tendrá una temática general pero cada página contará una historia específica, utilizando imágenes de alta calidad para lograrlo.

Cada pin debe ser relevante para lo que quieran contar. Los boards pueden ser organizados por temas. Es aquí donde comienza a volar la imaginación de cada uno. Se pueden crear tableros por temáticas específicas, como difundir colecciones por tipo de documento (revistas, e-books, fotografías, videos, películas, mapas); según la edad y gustos del público (nivel inicial, primaria o secundaria); históricas, infografías y efemérides; nuevas adquisiciones; recomendaciones; materiales más consultados o estadísticas; las instalaciones y el personal que allí trabaja; servicios ofrecidos; actividades culturales o eventos.

Las posibilidades son muchas y de lo más variadas; sólo hay que pensar, imaginar y hacer. ¡Apinear se ha dicho!

MANOS A LA OBRA

De ahora en adelante, la decisión está en manos de los bibliotecarios. El uso de las redes sociales en las bibliotecas ya es una realidad de la que no pueden estar al margen. Hoy en día es la mejor herramienta de comunicación y difusión con la que cuentan.

Las redes sociales no tienen fronteras y si la biblioteca se suma a esta tendencia podrá llegar a cualquier rincón del planeta, darse a conocer e interactuar con los usuarios y el resto de las personas. Los usuarios están allí, y hay que ir tras ellos. No es cuestión de quedarse sentados esperando que vuelvan. Las redes sociales son las nuevas aliadas de las bibliotecas y se merecen un “Me Gusta”.

Por: Rodrigo Lastreto – TEXTO COMPLETO
Publicado en WEB 2.0

El futuro de los libros no es una página en blanco

Los libros digitales y los físicos van a reajustar sus mercados en los próximos años potenciando sus virtudes y perdiendo algunos defectos en los que se fija la competencia. La guerra está abierta.

El futuro de los libros no es una página en blanco
E-Books
Afirmar que los libros digitales van a matar al papel es como decir que la televisión se cargó a la radio. Hubo, indudablemente un momento de abismo, uno en el cual muchos, sobre todo editores, temieron por la salud del papel, pero eso ha quedado atrás.
Actualmente vivimos otro «momento Gutenberg» en cuanto a la eficacia de distribución de contenidos con la ventaja de que éstos pueden ser transmitidos en dos formatos diferentes con notables ventajas uno sobre el otro. Es lógico que el mercado editorial viva (o sufra, según el punto de vista) un reajuste, pero lo mismo sucedió con la radio medio siglo atrás. Escribir sobre tecnología no siempre es hablar sobre lo último, también es señalar las posibilidades de reunir dos avances disponibles para hacer algo nuevo.El futuro del e-bookUna de las primeras ventajas obvias de los libros electrónicos es que su nombre no es del todo justo, más valdría llamarlos bibliotecas electrónicas ya que en ellos caben hasta centenares de libros.Muchos de ellos permiten subrayar párrafos, copiarlos y hasta enviarlos por correo. Poseen la ventaja, los que se conectan a la red, de rastrear las fuentes de determinado dato o abrir vínculos, algo de lo que las revistas sobre todo, comienzan a aprovecharse.
Pero tienen un defecto que genera varios problemas: se trata de una tecnología nueva (al contrario de lo que sucede con los smartphones, la televisión o los ordenadores que han sido aceptados por cerca de la mitad de la población mundial, en ese sentido es «nueva»). El primer defecto es que se trata de un dispositivo «entre generaciones»: los adultos aún percibimos que la tinta de las pantallas digitales es algo translúcida, nos cuesta concentrarnos en textos largos y nuestro cerebro ya está condicionado para ser multitareas y nos distraemos fácilmente cuando se trata de lecturas profundas en un e-book.

Y es que la irrupción de la televisión primero y de los smartphones después, nos ha acostumbrado a esperar de una pantalla una experiencia más dinámica e interactiva y la realidad es que, al menos por ahora, muy pocos libros digitales han sido concebidos, escritos y diseñados para este tipo de plataformas. La mayoría son directamente «traducciones», traslados de un formato a otro.

Pese al notable consuelo que representa para muchos de nosotros, tener entre los dedos una página de papel o acariciar el lomo de un libro mientras leemos, esto no puede ser tomado como una experiencia táctil de lectura, por lo tanto, en el papel, la lectura es una experiencia exclusivamente visual (casi siempre, aunque hay excepciones que veremos más tarde).

Pero los e-books pueden apelar a otros sentidos, como el oído o el tacto (lo del gusto y el olfato llegará más tarde también). Gafas de realidad aumentada, por ejemplo, pueden llevar a otro nivel aquellas viejas lentes rojas que, a los de cierta edad, nos permitían ver objetos móviles o en tres dimensiones en los libros de papel. Lo principal es apostar por el libro electrónico como un nuevo formato, como si no conociéramos el papel y todas las opciones y posibilidades de esta tecnología estuvieran abiertas. Disponibles están.

Tendencias

El mercado editorial va a cambiar, indudablemente. Y las editoriales que no sepan adaptarse sufrirán el mismo destino que las discográficas que han ignorado a iTunes o aSpotify.

La autoedición, apoyada por la irrupción del micromecenazgo (crowdfunding), generará mucho contenido. Las editoriales deberían centrarse en detectar nuevos talentos en este ámbito. La ventaja es que pueden hacerlo desde diferentes sitios y etapas: recomendando simplemente un libro (por un porcentaje mínimo) o realizando ediciones digitales (por un poco más).

Los editores se convertirán en una figura que saca partido al libro más allá de sus páginas, llevando la vida on-line del libro, promoviendo conferencias del autor, lecturas en diferentes ámbitos, etc…. El rol del papel será casi de colección y se aprovechará de la calidad y las prestaciones que puede ofrecer para hacer piezas cuidadas que queramos no sólo leer, sino también tener.

Quienes autopubliquen en e-book podrán comprar los servicios de las casas editoriales por módulos: sólo la prensa, la edición en papel, la distribución, traducciones…El e-bookdetectará qué libros nos gustan (tiempo de lectura, atención a los detalles, etc) y descargará, de forma gratuita, primeros capítulos de libros sugeridos de acuerdo a nuestros gustos. También recurrirá al uso de periféricos para aumentar la experiencia de lectura.

¿LIBROS PARA DEVORAR?

Un estudio reciente realizado por la universidad sueca de Karlstad destaca dos factores muy interesantes en la comparación papel versus digital: para los estudiantes es más fácil concentrarse y retienen los conocimientos más rápidamente si recurren al primero.

Por otro lado el papel tiene una ventaja que (nunca diremos jamás, sino por ahora) la pantalla no tiene: el volumen. Esos bellísimos libros infantiles sobre todo, con troquelados y texturas, no se pueden conseguir en digital. Pero se queda en el sector infantil y como mucho invade el terreno del diseño. Pero nada más. El papel desaprovecha en gran medida esta capacidad única desestimando olores y sabores también. Todos hemos despegado esas publicidades en revistas que nos permiten oler un perfume de nuevo lanzamiento. Y puede resultar un sacrilegio romper un libro…pero y si este fuera comestible, si las páginas fueran de arroz y azúcar y si la tinta fuera una solución de diferentes especies… Sería un libro para devorar. Literalmente. Algo que tampoco es posible con un e-book.

Esto no quiere decir que todos los libros deban ser comestibles pero sí deben convertirse en piezas cuidadas que den un valor extra que el libro electrónico no consigue.

FUENTE: La Razón de España
Publicado en WEB 2.0

LA NUEVA BIBLIOTECA

Pensar en una nueva biblioteca es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan los bibliotecarios. 

Es presente el tiempo en que la biblioteca es una escuela, en que el bibliotecario es en el más alto sentido un maestro y en que el visitante tiene la misma relación con los libros que el trabajador manual tiene con sus herramientas.”  Melvil Dewey

 

Pensar en una nueva biblioteca es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan los bibliotecarios. Los cambios vertiginosos que ocurren a nuestro alrededor son una muestra de que no deben quedarse inmóviles ante esta situación. La biblioteca ya no es de un bibliotecario y un número limitado de usuarios. Es en una época donde la biblioteca es de todos, ya no pertenece a un barrio determinado. Hoy, podría afirmarse, que es patrimonio mundial. Los usuarios ya no son nuestros vecinos, en la actualidad, los usuarios se multiplican por miles y se encuentran más allá de las fronteras.

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Biblioteca Alejandría – Egipto

La biblioteca actual no es la del siglo XX, ni la de doscientos, quinientos o mil años atrás. En algunos casos, podrá mantener el mismo espíritu pero ya no es la misma.

Los que transitan a diario el mundo bibliotecario podrán observar que muchas se quedaron congeladas en el tiempo. Como si toda esa vorágine tecnológica que nos abraza día a día no existiera. La lógica indica, que si no se adaptan a estos cambios que se están produciendo a nivel social, tecnológico y cultural, indefectiblemente van camino a su desaparición.

EL TIEMPO DE LAS COMPUTADORAS E INTERNET

Como tantas de las más tradicionales profesiones, la del bibliotecario se vio superada por los innumerables avances tecnológicos que fueron sucediendo en las últimas décadas del siglo XX y durante estos primeros 15 años del nuevo siglo.

Uno de los motores de estos cambios fue la aparición y desarrollo de las computadoras. Luego llegó Internet para complicar o simplificar todo (según desde donde lo mire). Allá, por la década del ’60 apareció tímidamente solo para entendidos y con un objetivo meramente informativo. Era la Web 1.0. A partir de allí, los avances fueron cada vez más rápido, era el momento de la Web 2.0 donde el intercambio de información y la interacción entre los usuarios se convirtió en la vedette de la Red. Enseguida, surgieron las redes sociales(Twitter, Facebook, entre las más importantes) que le dieron un impulso mayor a esta interacción y ya nada fue como era entonces.

Ahora nos encontramos transitando la Web 3.0 o Web Semántica que consiste en una nueva concepción del entorno web para un uso más natural por parte de los usuarios, desapareciendo la búsqueda por palabras claves para dar paso a la búsqueda por necesidades y en forma de expresión humana natural. Se trata de utilizar un lenguaje similar al que se usa en la vida cotidiana.

EL NUEVO ROL DE LAS BIBLIOTECAS

Como dijimos unas líneas más arriba, muchas se quedaron en el tiempo y le dieron la espalda a estos cambios. Pero otras, más aventureras, se subieron a esta autopista tecnológica y comenzaron a mutar hacia la era de la nueva biblioteca.

Con el objetivo de captar a los nuevos usuarios desarrollaron herramientas que facilitaron el acceso a la información y la incorporación a los entornos sociales digitales en los que se desenvuelve actualmente.

La formación de usuarios, la capacitación constante del bibliotecario en nuevas tecnología, la profesionalización, la actualización informática de las bibliotecas y la adaptación a las necesidades de los usuarios son pilares que deben trabajarse en pos de la biblioteca moderna. Sin embargo, todo esto será posible si el bibliotecariomantiene su esencia y no se olvida de sus orígenes.

“El bibliotecario no está autorizado a desconocer las reglas de catalogación o descripción bibliográfica (Vaticanas, AACRI, AACRII, ISBD), ni que tenga derecho a descuidar su conocimiento de sistemas de clasificación (Brunet, Hartwig, SCDD, CDU, LCC, Regensburg Classification Scheme), aun cuando el ejercicio de la profesión actualmente no le exija con gran frecuencia su uso. También ha de conocer en lo posible los diversos formatos estandarizados para el registro bibliográfico (MARC, UNIMARC, FOCAD, CEPAL, etc.) y la dinámica de bancos internacionales de registros bibliográficos (OCLC). Que el universo de Internet resulte confuso (y hasta angustiante) no autoriza al bibliotecario a ignorar sus múltiples selvas. Por el contrario, como buen baqueano, ha de saber abrirse paso por entre el espesor de los frondosos bosques virtuales y llegar a destino con pericia, no perdiendo nunca el fin con que se lanzó a l búsqueda. Del mismo modo, el bibliotecario que aspire a conocer bien las existencias de un fondo bibliográfico, no solo ha de saber cómo han sido catalogados los libros en los últimos años sino que ha de conocer también (y bien) la historia de la catalogación en general y de la institución que las alberga en particular.” (CASAZZA, ROBERTO. 2004. El futuro bibliotecario: Hacia una renovación del ideal humanista en la tarea bibliotecaria. Buenos Aires: Biblioteca Nacional).

El bibliotecario también deberá ser parte de la alfabetización informacional. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a este término? Según la UNESCO, faculta a la persona, cualquiera que sea la actividad que realice, a buscar, evaluar, utilizar y crear información para lograr sus objetivos personales, sociales, laborales y de educación. Las personas que dominan las bases de la información son capaces de acceder a información relativa a su salud, su entorno, su educación y su trabajo, así como de tomar decisiones críticas sobre sus vidas.

En un mundo digital, la alfabetización informacional requiere que los usuarios cuenten con las competencias necesarias para utilizar las tecnologías de la información y la comunicación y sus aplicaciones, a fin de tener acceso a la información y poder crearla. Existen otros dos tipos de alfabetización que están estrechamente relacionados con la alfabetización informacional: la alfabetización informática (conocimiento de técnicas de comunicación e información) y la alfabetización en los medios de comunicación (comprensión de las diversas clases de medios y formatos por los que se transmite la información). Por ejemplo, para navegar en el ciberespacio y utilizar documentos multimedia con vínculos de hipertexto se requieren competencias técnicas para utilizar Internet, así como competencias básicas para interpretar la información.

Todo esto va de la mano de la aparición de las Tecnologías de la Comunicación e Información (TIC), que se ve reflejado en la diversificación de los medios y formas de comunicación, lectura y escritura, en la aparición de nuevos retos, nuevas formas de relación e incluso de preocupaciones alrededor de su utilización; esto genera nuevas oportunidades de aprovechamiento de las herramientas tecnológicas en el desarrollo de la labor bibliotecaria y la formación de un usuario crítico. Incluso, se hace imperioso promover la superación de la utilización instrumental superficial y poco crítica de éstas, buscando aprovecharlas como “medios ciudadanos” que ayuden a transformar los modelos de sociedades actuales. Es a partir de esto, que la biblioteca tiene una gran oportunidad, mediante sus programas de formación de usuarios y su servicio de información local, de generar estrategias que contribuyan a la formación e información de personas que desarrollen competencias informacionales y ciudadanas, aprovechando las TIC, como entorno de participación social para el control y desarrollo integral de sus comunidades.

Es necesario que los bibliotecarios vean las TIC como una oportunidad de llegar a más personas, como una posibilidad de empoderarlos para que a través de la utilización de la información para la creación de conocimiento, conviertan estas herramientas en medios ciudadanos que posibilite la formación de ciudadanía crítica y participativa.

Por lo tanto, se hace necesario adquirir ciertas habilidades que posibiliten su correcto uso, pero más que aprender su uso instrumental, es utilizarlas como medio para el manejo crítico de la información. Es decir, se requiere de competencias para el uso de la información aprovechando las TIC.

El contexto social en cual nos encontramos inmersos, necesita de una institución bibliotecaria que no sólo garantice el libre acceso a la información sino que también se convierta en un garante que promueva el desarrollo de habilidades informacionales para la apropiación social del conocimiento y el desarrollo de competencias ciudadanas, con el fin de ejercer un papel crítico y participativo dentro de la sociedad.

Las Tecnologías de la Información y Comunicación deben ser vistas como herramientas o medios que, para el caso de las bibliotecas, permitan el desarrollo de habilidades informacionales para responder a un contexto cambiante que exige el desarrollo de la actitud crítica y participativa en el mundo social.

Es necesario para el bibliotecario desarrollar un pensamiento dinámico e interdisciplinario para responder a los diferentes desafíos que impone el modelo de sociedad actual y que pueda contribuir a repensar la biblioteca como espacio para la formación de ciudadanía crítica.“Es pasado el tiempo en que la biblioteca se parecía a un museo, en que el bibliotecario era una suerte de ratón entre húmedos libros y en que los visitantes miraban con ojos curiosos los antiguos tomos y los manuscritos.

Por: Rodrigo Lastreto – TEXTO COMPLETO 
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Semana Cultural en la Escuela de cadetes de Policía «General Francisco de Paula Santander»

Biblioteca «Marco Fidel Suárez»

Compartimos con gran satisfacción la jornada cultural que se lleva a cabo en las instalaciones de la biblioteca de la ECSAN, donde de la mano de los Responsables de biblioteca y el Bibliotecólogo Saul Maldonado se hace posible crear impacto en la comunidad educativa.

Se habilitaron espacios para la animación a la lectura, la promoción de nuevas adquisiciones por parte de la escuela de formacion y el incentivo acertado para que toda la comunidad educativa haga parte de la biblioteca y sus servicios, facilitando a los estudiantes material interesante y relacionado con la doctrina policial para fortalecer su formacion, ademas los docentes hacen parte fundamental de esta jornada donde demuestran su compromiso como formadores y facilitadores del conocimiento, encontrando material nuevo y competente para sus áreas de formacion.

 

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Entrevista a Luis Ángel García Melero, Bibliotecario y Docente

Luis Ángel García Melero forma parte de una familia que ha tenido varias generaciones de bibliotecarios y documentalistas españoles, influyentes en el desarrollo de la profesión. Tras sacar su plaza en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos (Sección de Bibliotecas) en 1986, ha ejercido en numerosas Jefaturas y Direcciones de la Biblioteca Nacional Española, en el Ministerio de Administraciones Públicas y finalmente en el Tribunal Constitucional. Podemos destacar su aportación en el campo de la Automatización bibliotecaria, gracias a sus obras de cabecera y su participación activa en la creación e implantación de SABINA en la BNE. También ha destacado su labor como docente en ANABAD, en la Escuela Centro de Estudios Bibliográficos y Documentarios y en la Universidades del País Vasco, de Santiago de Compostela y Complutense de Madrid.

 

2016, 6 de enero. Luis Ángel
Luis Ángel García Melero

En esta entrevista se expone su visión sobre el papel de los profesionales de la información al tiempo que se relatan los principales hitos de su vida profesional. Aspectos como la catalogación de la biblioteca privada de D. José María Areilza, la evolución de la automatización, la base formativa de los bibliotecarios, su opinión sobre las posibilidades del <<papel cero>> en la Administración de Justicia y el recuerdo de su padre, llenan las siguientes líneas.

¿Cuál cree que es el perfil al que mejor se ajusta, al de bibliotecario o al de documentalista? ¿Con cuál de los cargos que ha ejercido se siente más identificado? ¿Cuáles eran las funciones profesionales que más le agradaban?

No creo necesaria la distinción: sólo hay bibliotecarios. La diferencia depende de dos tipologías: los usuarios a los que se atiende y la diversidad de objetos en los que se escribe y se difunde la información en un área del saber. He trabajado en bibliotecas especializadas (Centro de Cálculo de la UCM, Ministerio de Administraciones Públicas y Tribunal Constitucional) en las que he realizado la catalogación e indización de libros, revistas especializadas, de los artículos editados en ellas o en obras colectivas (congresos, homenajes, etc.), he digitalizado los documentos solicitados, los he guardado en un repositorio y los he asociado a los registros bibliográficos. También elaborábamos boletines de difusión selectiva y búsquedas en bases de datos bibliográficas y/o jurídicas. Así mismo he desempeñado mis funciones en la Biblioteca Nacional de España organizando la implantación de un sistema automatizado, gestionando los depósitos generales y los préstamos, supervisando obras y dirigiendo las adquisiciones bibliográficas.

Me he sentido identificado con todos los cargos que he desempeñado, porque de todos he aprendido algo y he conseguido una visión global de la biblioteca como sistema.

No creo necesaria la distinción: sólo hay bibliotecarios. La diferencia depende de dos tipologías: los usuarios a los que se atiende y la diversidad de objetos en los que se escribe y se difunde la información en un área del saber.

Me han agradado las funciones relacionadas con la dirección del Departamento de Adquisiciones de la BNE, porque era consciente de que la calidad de las colecciones y de los servicios dependían de las publicaciones que compráramos. También me di cuenta de las deficiencias que tenía la normativa de Depósito Legal, pues no se adecuaba a la nueva estructura del Estado, ni contemplaba nuevos soportes y medios de distribución, y la edición había cambiado mucho desde que se promulgó la anterior norma. Impulsé e hice ver la imperiosa necesidad de reformar esa legislación, tarea que culminó mi subordinada, compañera y amiga Montserrat Oliván. Recuerdo los esfuerzos que realizaba para que el Director General de turno se percatase de ello.  Como no bastaban las estadísticas basadas en títulos, ejemplares ni metros lineales de estantería que ocupaban, se me ocurrió pedir a Montserrat que sumara los kilos de materiales bibliográficos que constaban en los albaranes de entrega procedentes de las Oficinas de Depósito Legal. Al final salieron varias toneladas y esa cifra alarmó a Luis Alberto de Cuenca que se dio cuenta de que en el volumen de los ingresos estribaban las carencias (recursos humanos para organizarlos, estanterías, recursos técnicos…) de la BNE.

Me agradaban las funciones relacionadas con la información bibliográfica. Me gustaba ayudar a los usuarios a la vez que aprendía de ellos. Mientras los atendía, evaluaba la pertinencia del proceso técnico y de la colección.

Texto completo aquí.

Fuente: http://www.biblogtecarios.es/

 

 

 

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Celebrando el día de la propiedad intelectual desde la biblioteca

Las bibliotecas, los derechos de autor y la creatividad

Derechos de Autor y Creatividad

Las bibliotecas se han asociado con la creatividad por casi tanto tiempo como libros mismos. Su función – promover el progreso humano mediante la recopilación, preservación, y que dan acceso a las obras de la ciencia y la imaginación – los convierte en los hogares de los gigantes sobre cuyos hombros Newton reclamado en mantener.

Los derechos de autor, por supuesto, es un concepto mucho más joven, pero su objetivo original subyacente – para apoyar a los creadores y el interés público general – es familiar para las bibliotecas.

Hay mucho por ahí ya que subraya cómo las bibliotecas ayudan a los individuos y las comunidades. Pero también apoyamos creadores, no sólo mediante la promoción de la alfabetización en todas las edades y niveles, sino también por darle a la gente un amor por la lectura. Tanto en los países desarrollados y en desarrollo, las bibliotecas son generalmente siendo el único lugar donde las personas que no tienen los recursos necesarios (o tecnología) pueden tener acceso a los libros y la información digital.

Además de ampliar su audiencia potencial, también ofrecemos una ayuda más directa a los autores. Escritores subrayan en varias ocasiones lo mucho que se han beneficiado de los recursos de la biblioteca en la investigación de futuros trabajos. Y después de la publicación, las bibliotecas ofrecen una salida fundamental para el descubrimiento – que permiten a los lectores a tomar un riesgo con un autor desconocido. Si les gusta, hay una buena probabilidad de que van a comprar la próxima vez.

Por último, por supuesto, las bibliotecas a pagar por sus libros y contenidos digitales – $ 25 mil millones en todo el mundo en 2013. Esto no incluye el dinero que se paga a los autores en los países con un derecho de préstamo público. Para muchos escritores y sus editores, esta es una importante fuente de ingresos.

Como tal, las bibliotecas son un excelente ejemplo de cómo se pueden lograr los objetivos duales de los derechos de autor. Creadores se benefician, pero también lo hace la población en su conjunto frente al acceso a la información y la cultura.

la función de las bibliotecas, donde la ley lo permite, gracias a un conjunto de excepciones y limitaciones al control otorgado por derechos de autor. Esto es lo que les permite permiten que las personas leen los libros en el sitio o en casa sin pedir permiso cada vez, copiarlos con fines de conservación, y compartirlos con bibliotecas que no tienen una copia. Esto no es un obsequio. Como se mencionó anteriormente, las bibliotecas pagan, no sólo a través del gasto directo, sino también mediante el apoyo a la lectura y la libre comercialización para los escritores. Y, por supuesto, no son con fines de lucro.

Sin embargo, en decenas de países, no hay excepciones y limitaciones para las bibliotecas. Estos son a menudo aquellos en los que la necesidad de ayuda con la alfabetización es el más grande. En muchos otros, protecciones para las bibliotecas son irregular en el mejor. Incluso los países con un conjunto completo de las excepciones y limitaciones tendrán que actuar para tener en cuenta el hecho de que más y más información está en línea, en lugar de en la página. Y, por último, las reglas inconsistentes a través de las fronteras hacen que sea difícil para las bibliotecas que cooperan internacionalmente, poniendo un freno a la investigación internacional y el intercambio cultural.

IFLA, y la comunidad de la biblioteca en su conjunto, ha sido durante mucho tiempo activo en el apoyo a las reformas que apoyan a los creadores y usuarios. Cambio que beneficia a un solo lado beneficia a nadie en absoluto en el largo plazo.

Con este fin, estamos presentes en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), argumentando a favor de las normas jurídicas internacionales relativas a las excepciones de la biblioteca, así como en los debates nacionales y regionales de todo el mundo. Animamos a todos los que trabajan con y beneficiarse de las bibliotecas – escritores, editores, profesores, investigadores, responsables políticos y ciudadanos en general – para que nos apoyen en este.

IFLA – http://www.ifla.org/copyright-creativity

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Policía Nacional presente en Feria del Libro 2016

De acuerdo al compromiso de la Policía Nacional con la biodiversidad y la preservación del medio ambiente hacemos presencia en FILBO con un stand, muy significativo invitando a la comunidad a adquirir conductas adecuadas frente al medio ambiente, el stand cuenta con objetos hechos con material reciclable una puesta muy artesanal hecha por la comunidad PONAL para todos los asistentes a tan importante feria.

 

Los Invitamos a visitar nuestro Stand en la Feria del Libro – del 19 de abril al 2 de mayo.